Después de lo bien que lo pasamos en la polar del año 2014, intentamos volver en el año 2015 pero el mal tiempo no nos lo permitió.
Las previsiones para el último domingo de enero del año 2016 parecían buenas, por lo que decidimos acudir a la cita y buscar rápidamente un disfraz cumpliendo así con el objetivo de aterrizar disfrazados. Como digo, no es fácil encontrar un disfraz para volar el autogiro abierto lo suficientemente amplio para llevar encima de la ropa de abrigo (es enero) y que se pueda pilotar con comodidad.
Buscando por la sección de disfraces de los chinos encontramos un par de disfraces de Yip Yip, que si bien eran amplios, resultaba imposible volar con ellos puestos durante hora y media con seguridad porque había que sujetarlo con una mano para poder ver algo y pilotar con la otra.
Así que decidimos aterrizar un poco antes del campo de vuelo, disfrazarnos, hacer el último minuto del vuelo disfrazados como pudiéramos y cumplir con el objetivo de aterrizar disfrazados.
Dicho y hecho, aterrizamos a escasos 2 km del campo, nos pusimos los disfraces y mientras mi hija manejaba el acelerador, yo manejaba la palanca, ya que las otras manos las teníamos ocupadas sujetando el puñetero disfraz. eso si, aterrizamos de 10. ¡ Como me gusta volar con mi hija!.
Allí estaban esperando los aguerridos de siempre, Javi y Sito.
Rafa y José Luis no aterrizaron disfrazados, pero una vez allí nos juntamos los cuatro lo que fue muy divertido.
El resto lo de siempre, Cena, fogata, música tradicional y resaquilla mañanera.
El fresquito de la mañana y el buen tiempo hicieron que el regreso fuera muy agradable.
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