DE COMO CONSTRUIR Y MATRICULAR UN AVIÓN DE CONSTRUCCIÓN POR AFICIONADOS Y NO PERECER EN EL INTENTO ( De matricularlo).

(Texto escrito en 2001)

Hola. Soy un novatillo que lleva cuatro años volando en ULM. Mi afición comenzó cuando de pequeño saqué todos los juguetes de un armario para poder meterme dentro y construirme un tablero con relojes pintados con ceras y un volante de coche viejo para volar. Me pasaba las horas muertas metido dentro. Todavía no teníamos simuladores, ni tan siquiera ordenador. Recorrí así medio mundo.

Con el tiempo, la afición se me fue olvidando (más que nada porque ya no cabía en el armario) hasta que un buen día, entradito en años, un compañero de trabajo me dijo que conocía a uno que quería vender un ULM y a otro que lo quería comprar. Cosas del destino, le comenté que a mí siempre me había gustado el tema y que porqué no lo comprábamos a medias.

Esto ya es tema de otra historia, pero tuvimos que legalizar un campo porque no había ninguno en nuestra provincia y al final compramos un Coyote. Me saqué el título en Casarrubios donde hice buenos conocidos y a volar en mi campo con mi ultraligero.

 

Tuvimos la desgracia de que mi socio se accidentó con el aparato y me quedé sin Coyote como me quede sin abuela. Sólo llevaba 1 año volando. Compré un Tango con el que me quitaba el gusanillo, pero Soria es mucha Soria y ya estaba harto de vuelos de palomar, así que me decidí a comprar el ULM que siempre me había gustado: el S-10 Sakota.

A finales de noviembre empiezo a preguntar precios y a ver de dónde saco el dinero. Vendí todo lo vendible y en Marzo de 1997 conseguí reunir el dinero y llamé al importador oficial del aparato. ¡ Hay que jorobarse !. Justo el 1 de marzo han subido los precios por que el dólar está por las nubes.

14 de abril de 1.997.

He terminado los trámites de compra, es decir, he pagado el Kit completamente, salvo los ‘imprevistos’ y futuras mejoras. Me informan del papeleo y hago la solicitud de autorización de construcción. En dos meses tendré el avión en casa.

17 de julio de 1.997.

Por fin llega el Kit a mi poder. Me voy corriendo a la empresa de transportes para verlo y me encuentro con un cajón de madera enorme. Recojo las babas, pago los portes y me lo llevan a la cochera de casa. Cuando se marchaba el camión llegó mi mujer con el coche. Al verme fuera, me preguntó si metía el coche a la cochera. No puso pegas cuando le comenté que era mejor que lo dejara fuera. Lo malo fue cuando añadí (con la boca pequeña y en bajo tono) que los próximos seis o siete meses. Faltó el canto de un euro para que tuviera que dormir en la calle con el coche.

1 de agosto de 1.997

Durante 15 días he estado desembalando y ordenando todas las bolsitas con los tornillos y piezas del aparato. No tengo herramienta, bueno, no tengo paso americano, así que me voy a una tienda y el primer problema: estamos en Soria. No hay paso americano. Tiramos de catálogo, lo piden, pago y ya tengo herramienta.

Hablo con la Delegación de Vuelo de Aviación Civil para ver si puedo empezar pero (no había pensado en ello), es agosto: vacaciones, no hay nadie. Una señorita me dice que no sabe nada, que ella acaba de llegar y que si quiero empezar que empiece. Lo más que puede pasar es que al final no lo matricule, así que comienzo a construirlo con auténticas ganas. La primera pregunta que me planteo es : ¿Lo terminaré?, ¿seré capaz ?.

22 de septiembre de 1.997

Ya tengo la estructura terminada y dispuesto para entelar. Tengo entendido que hay que hacer una inspección antes de tapar para que el inspector revise la estructura, así que ingenuamente solicito inspección a la delegación de vuelo correspondiente esperando que vengan pronto para continuar. En la conversación telefónica con el inspector, me comunica que si no tengo autorización de construcción no puede venir, porque yo no estoy construyendo nada. Me pongo en contacto con los responsables del permiso de construcción y me dicen que sí, que está, pero que la señorita que lo tenía que pasar a máquina está de vacaciones, así que me tengo que esperar a que venga. Les dejo caer que si la señorita está de vacaciones desde abril, que habían pasado 5 meses desde la solicitud. Silencio, que espere.

22 de octubre de 1.997

Cuando estaba mirando la ley para solicitar una certificación de actos presuntos, es decir, que en 20 días me contestaran, recibo por correo (ya han pasado 6 meses) la autorización de construcción expedida en fecha 7 de octubre (ya no han pasado los 6 meses, falta 1 semana).

24 de octubre de 1.997

Raudo solicito la inspección por escrito, con fotocopia de la autorización. Viene el inspector, le enseño las fotos que he ido haciendo y todo es correcto, puedo empezar a entelar. Me repito las preguntas anteriores y me busco la vida con un vídeo de Stits que se ve fatal, traduciendo unos folletos que consigo por ahí. Me doy cuenta que tenía que haberme asociado a la Asociación de Constructores Amateur, pero, por pereza, no lo hice, y por el mismo motivo sigo sin hacerlo. Lo siento.

3 de marzo de 1.998

El aparato está prácticamente terminado. Ya he pagado los relojes, la pintura y demás ‘imprevistos’. Me falta el paracaídas. Mi economía está bajo mínimos, así que le pido una subvención al Patronato de Turismo de Soria para que me paguen un paracaídas, aunque sea reciclado. A cambio, colocaría unas pegatinas en la cola del avión con el eslogan del patronato : «Soria, ni te la imaginas». Es cierto, no me imaginaba que no me lo dieran, puesto que en Soria, soy el único que vuela y esto aquí, un patronato de Turismo tendría que apoyarlo. Pero ya lo dice el eslogan : «¿En Soria ?, ¡ni te lo imagines!». Lo que sí hice finalmente es colocar las pegatinas (que haciendo un alarde de derroche me pago el patronato), porque a pesar de las instituciones, estoy orgulloso de mi provincia y me honra el poder promoverla a lo largo y ancho de este mundo (aunque sea gratis). Snif …

25 de marzo de 1.998

Por fin, doy el aparato por terminado. Han pasado casi ocho meses, seis si no cuento el tiempo que he perdido esperando permisos y demás. Solicito inspección final a la Delegación de Vuelo. Para ir ganando tiempo, me comunican los papeles que me hacen falta para matricularlo. Me pongo manos a la obra. ¿Qué es una declaración de propiedad ?, ¿tasas ?, ¿impuestos sobre determinados medios de transporte ?, ¿Actos jurídicos documentados ?. ¡Jo !. Es curioso que la matrícula finalmente la pintemos en el avión, porque realmente está grabada con sudor y sangre, sobretodo porque se suda para conseguirla y te sangran a impuestos.

No hay penas sin buenos momentos. Me acerco por Hacienda para presentar el impreso del impuesto sobre determinados medios de transporte. Todo correcto. La señorita observa que el medio de transporte es un avión y llama a sus compañeras. «¿Cómo se hace esto?. ¿Pero, de verdad tienes un avión?. No sabía que te dedicaras a esto. Tú está loco. Te vas a matar. ¿Que te lo has construido tú?». Al final, se formó un corrillo que tuve que llevarles el catálogo para enseñarles como es el avión. Resumiendo, me hacía falta un certificado de Delegación de vuelo de que el aparato no supera los 1.550 Kg. al despegue.

Gracias que es una ciudad pequeña, porque al cabo de unos días me llamaron al trabajo para decirme que habían consultado a Madrid y que ya tenía los papeles, que si me los traía el conserje a casa. Yo me imagino esto en Madrid. Para cada papel se necesitará (supongo) una mañana entera, entre aparca, localiza la sección, cola y vuelva ud. Mañana.

8 de abril de 1.998

Un paso dado. En el notario (al que hay que pagar) consigo la declaración de propiedad. En la Hacienda autonómica, sello el impreso de actos jurídicos documentados.

14 de abril de 1998

Ya tengo el certificado de peso máximo al despegue y soluciono el tema del impuesto de Hacienda del estado. Hago notar que ya lo tenía sellado antes, pero que por favor les llevara el certificado en cuanto lo tuviera.

27 de abril de 1998

Pago las tasas de matriculación en la caja postal. Otra movida igual que en Hacienda. Que si esto no lo hemos hecho nunca, que si tú sabes como se hace, que qué impreso hace falta. Al final, otro corrillo y a casa a por el catálogo para enseñar el avión. A partir de este momento, cada vez que voy a hacer un papel me llevo una foto del aparato.

11 de mayo de 1998

Saco el seguro del avión. Como ya tuvimos uno antes, en la correduría no se asombran. Fue fácil.

20 de mayo de 1998

Viene el inspector a ver el aparato definitivamente montado. Me dice que si lo he volado y le digo que no, que él me dijo que no lo volara hasta que viniera él. Revisa el aparato y me dice que se lo cree, que seguro que no lo había volado porque los mandos del alabeo estaban montados al revés. ¡GLUP!. Es una de esas cosas que revisas cien mil veces, pero como los montas en la cochera, lo revisas, desmontas para llevarlo al campo y vuelves a montar, en el montaje final no miras ni el manual, y claro, por la ley de Murfhi …

Puedo achacar a Aviación Civil que tienen retrasos. Ya no me meto en si es que tienen mucho trabajo, si tienen otros temas preferentes (no es lo mismo tener parado un ULM deportivo de 2 ó 3 millones de pesetas que un 747, por otra parte algo más caro), o que, pero hay que reconocer que gracias a la inspección no tuve un accidente serio en el primer vuelo.

25 de mayo de 1998

Presento la instancia de matriculación con todos los papeles: Original y copia. No es muy ortodoxo enviar los papeles originales que tengas que tener tú en tu poder después a una administración. Basta con compulsarlos. ¿No es tan honrado y responsable el funcionario que compulsa un papel con el original delante, como los propios funcionarios del registro de matrículas ?. No le doy más vueltas, mando los papeles y listo.

17 de junio de 1998

Solicito en el registro de matrículas información sobre el estado del expediente, puesto que habían pasado tres semanas y como vamos conociendo a Aviación Civil, es mejor preguntar cada cierto tiempo. Me comunican que Delegación de vuelo no les había mandado el informe de inspección. Llamo a Delegación y me dicen que sí, que ya está, que ahora no está el inspector, que no me preocupe, etc…. Mientras tanto, el avión en el hangar parado. Me pongo fecha límite. Si el 15 de julio, después de volver de vacaciones no lo tengo matriculado, lo vuelo.

Aquí viene una guerra particular que tuve con el Registro de matrículas. Me dijeron que en que el inspector les enviara el certificado, ya me podía pasar a recoger la documentación. Les comuniqué que no vivo en Madrid y que no suelo ir a Madrid. Además, tengo la manía de trabajar y no voy a dejarlo para ir a por un papel a Madrid. Les da igual. Empiezo a tirar de artículos de la ley 30/92 de procedimiento administrativo y al final terminamos discutiendo hasta por el horario de atención al público.

Me argumentan que no me mandan los papeles porque se podían extraviar. Creo que es curioso que un funcionario no se fíe de la competencia de otro funcionario. Además, el Servicio de correos tiene los medios suficientes para certificar el envío. Por eso se llaman envíos certificados. Si además quieres estar seguro, pides acuse de recibo y listo. En resumidas cuentas, que tuve que enviar una instancia para que me enviaran los papeles por correo. ¡¡ Es la leche.!!. Por lo menos, en la instancia no tenía que ir reconocida la firma por notario.

3 de julio de 1.998

Como hice antes, me preocupa el avance del papeleo de la matrícula y llamo ‘ de oficio ‘ a Aviación Civil. Me comenta un funcionario de matrículas, (que me desconcertó el celo que ponía en el asunto), que falta sólo la firma del jefe y que en unos día me mandarán a casa la documentación y que hablara con otra sección para que me fueran expidiendo el certificado de aeronavegabilidad. Esto demuestra que la falta de competencia de la administración no es de todos los funcionarios, sino sólo de unos pocos, lo que pasa es que esos pocos retrasan a todos : a los administrados y a los propios compañeros, que además no tienen culpa de nada y se llevan todas las tortas porque son los únicos que dan la cara.

Llamé entonces a la otra sección y me comunicaron que solamente tenía que pagar las tasas. Me acerco a la Caja Postal y otra vez meneo de fotos y las mismas preguntas. Por lo menos, ya les había avisado la vez anterior que tenía que pagar otras tasas y encontramos los impresos rápidamente.

8 de julio de 1.998

Recibo la documentación de la matrícula (por correo certificado) sin perderla ni nada. Otra proeza del ilustre cuerpo de correos. Según el escrito de remisión, tengo que inscribir la aeronave en treinta días en el Registro Mercantil de Madrid.

15 de julio de 1998

Lo prometido es deuda, y más si la promesa me la hago a mi mismo. Me fui con mi mujer y un amigo al campo para corretear por la pista. Hacía un mes que había ido a Vigo con mis amigos Isaac, Isabel y José para que me diera Paco ‘el portugués’ una suelta en su Sakota. Yo nunca había volado patín de cola y menos un Sakota.

Pues eso, que cuando ya le había levantado la cola varias veces, me dirigí hacia el hangar para guardarlo (más miedo que otra cosa). Me preguntó mi mujer : ¿pero, no lo vas a volar ?.

¡¡¡ Milagro !!!. Mi mujer me anima a que lo vuele. ¿Será que por fin le interesa el tema y lo quiere compartir conmigo ?¿Volaremos juntos ?¿Se comprará ella otro y podremos viajar juntos, o aunque solo sea aprenderá a volar ?.

No , nada de eso. Su siguiente frase no fue «vuélalo que confío en ti y no pasará nada, que lo has construido muy bien», sino » ¡ No me harás venir mañana otra vez para esta chorrada !, porque además tienes que quedarte con los niños que yo tengo guardia.». Bueno, fue bonito mientras duro. Como marido complaciente me dispongo a volarlo. Estoy en cabecera con el motor en marcha. No sé cuanto tiempo llevo así. Los nudillos de la mano del acelerador están blancos. No tiene que haber ningún problema, porque bien construido está, yo he tenido suelta (corta) en un aparato igual, no se menea una gota de aire, es a última hora y no hay térmicas. Acelero, palanca hacia adelante, ya ha levantado la cola, 80, 90, 100 …. ¡ ahora o nunca !, palanca un poco atrás, un poco más, despacito, ¡¡ coño, si vuela !!, ¡arriba !, ya tengo altura. Las alas parece que aguantan. A estabilizar. Limpio el avión. Bajo gases. 130, 140, ¡¡ coño, y como vuela !!. Vamos a girar para no alejarnos de la pista. Despacito. Ya está, responde perfectamente. Se ve que los mandos están bien colocados esta vez. Vamos a hacer una aproximación. Estoy en final, bajo velocidad, flaperones, abajo. Todo correcto. Otro tráfico y aterrizo. Motor, arriba, giro, viento en cola. ¡¡ El motor suena mal, vibra todo, se va a parar !!. ¿Pero, estas tonto o que ?. El motor suena normal, vibra lo que tiene que vibrar y se parará cuando llegues al hangar y quites las magnetos. Giro, final y aterrizaje. Es el mejor aterrizaje que he hecho nunca. Un tres puntos perfecto. Me voy al hangar y lo paro. Necesito un cigarro.

No me preguntéis qué se siente. No lo puedo explicar. Un año de montaje, ilusiones y ganas reprimidas de volarlo (y mucha ‘pasta’ que dejaba de estar parada). Lo único que no pasé en ese momento fueron nervios. Al día siguiente tenía agujetas en las canillas de la tensión.

31 de julio de 1.998

Llevo dos semanas llamando al Registro Mercantil para que me digan que documentación tengo que enviar. Solo pude hablar una vez con ellos, a las nueve menos diez de la mañana y cuando les expliqué lo que quería, me dijeron que el horario de atención al público era a partir de las nueve, que llamara más tarde. Cuando iba a decirles que quedaban tres minutos para las nueve ya me habían colgado. A los cinco minutos intenté volver a llamar. Imposible. ¿Descolgarán el teléfono a las nueve ?.

Para volar no necesito el registro, así que una vez presentada la instancia no me corren plazos de ningún tipo. Solución : envío fotocopias compulsadas de lo que pienso que le puede interesar al registro y una instancia solicitando el asiento en el Registro y me despreocupo.

3 de septiembre de 1998

Recibo una notificación del Registro Mercantil de que me faltan los seguros de la aeronave. ¿Para registrar una aeronave hacen falta seguros ?. Es igual. No voy a pensar en ello.

8 de octubre de 1.998

A principios de mes me mosqueo con el certificado de aéronavegabilidad que casi tenía olvidado. Llamo a Delegación de vuelo y me dicen que lo habían recibido, pero con no sé que coletilla en el escrito que se lo habían devuelto para que me lo enviaran ellos. Entre que se lo envíes tú, que no, que tú, el papelito que se pierde. Envío un fax solicitando el escrito de una vez y amenazando con el artículo de siempre de la ley. Al día siguiente intenta ponerse en contacto conmigo el Jefe del Servicio. Dejo que lo siga intentando para ver hasta donde llega el interés que tienen y valorar así el embolado en que se han metido. Este mismo día, y calentito por el tema, envío la documentación al Registro Mercantil otra vez con la fotocopia compulsada del seguro.

20 de octubre de 1998

Hablo con el que va ha venir a ver el aparato y quedamos para el 1 de noviembre. Me intenta explicar que ha pasado y no quiero saberlo. Me da igual quién venga. La cosa es que venga las veces que quiera, que informe lo que tiene que informar y que me den el papelito de una vez.

23 de octubre de 1.998

Solicito al teléfono del Centro de Publicaciones del Ministerio de Fomento que me había proporcionado el inspector, el libro de la aeronave y la cartilla del motor. Me lo enviarán contrareembolso.

27 de octubre de 1.998

Recibo una carta del Centro de Publicaciones de que en breve recibiré el paquete y que prepare el dinero.

1 de noviembre de 1998.

Día de todos los Santos. Viene el que tenía que venir a ver el aparato. Lo inspecciona y todo le parece correcto. Me da el certificado de aéronavegabilidad con fecha 10 de agosto. Todo correcto. Ya vuelo legal.

4 de noviembre de 1.998

Recibo los libros. Sólo me falta sellarlos y ya está. Llamo a la Delegación de Vuelo para ver que hago y me comentan que me espere hasta que tenga los vuelos de prueba terminados. Yo le calculo unos seis meses, así por encima, para hacer las tres horas que me faltan de las treinta horas necesarias para las pruebas. Total, desde el 10 de agosto va a pasar casi un año.

25 de abril de 1.999

Lo prometido es deuda. Han pasado los seis meses y solicito la matrícula definitiva, siendo satisfactorias las pruebas del avión.

28 de junio de 1.999.

Se me había olvidado. Recibo el Certificado de Aéronavegabilidad Especial Restringido y una llamada del inspector de que va a venir a ver el avión. Supongo que me abrirá los libros y la matrícula ya será definitiva.

29 de octubre de 1.999.

Se me había vuelto a olvidar. El inspector me vuelve a llamar y hemos quedado definitivamente para el tres de noviembre. Como en septiembre también me llamó para lo mismo, cuando me dijo que venía pensé que iba de coña.

3 de noviembre de 1999.

Viene el inspector. No iba de coña. Me sella los libros y me felicita. La verdad, no es para menos. Se concluye así el trámite de matriculación del aparato. Si alguien se ha perdido en el relato, que pregunte al constructor amateur más próximo que supongo le podrá contar una batalla parecida. Recapitulando el tema, observo que se comenzó la construcción el 14 de abril de 1.997, tres meses de espera a que viniera el Kit; dos meses de construcción; mes y medio de espera para solucionar el papeleo y que venga el inspector y cuatro meses de construcción para finalizarlo. El avión ya puede volar físicamente. Desde este momento, hasta que tengo legalmente la matrícula provisional (1 de noviembre de 1.998) para los vuelos de prueba pasan siete meses, es decir, de un total de un año, seis meses y quince días, la construcción física son: seis meses más tres de espera del kit, nueve meses. Los restantes nueve meses y quince días son trámites de la administración.